Meza Azteca 8 de Diciembre Hércules Querétaro








Hércules
Inmersa de una gran historia, la Delegación Cayetano Rubio nos invita a conmemorar todos aquellos hechos que atraviesan por sus calles, mismas, que han sido fieles testigos de tan importante como singular proceso histórico rebasando inclusive, las fronteras de nuestro estado de Querétaro. Por tal motivo, todos sus habitantes sin importar edad o condición alguna, tienen en sus conciencias y en sus actos, el deber de aprender y transmitir el legado de sus antecesores a fin de cuentas, para mañana, hoy seremos el pasado y en las futuras generaciones continuará la labor de preservar ese reconocimiento de sabernos mexicanos.
Referirnos a Hércules significa entre todo lo que le caracteriza, mencionar sin duda alguna, la llegada del empresario español Cayetano Rubio a finales del primer tercio del siglo XIX.
Su arribo era sinónimo del parteaguas social y laboral para la población, por lo cual, nos resulta imprescindible abordar el tema de las industrias establecidas en Querétaro por Cayetano Rubio.
Empero, las fábricas no son lo único que caracteriza a éste colorido poblado de Hércules, la religión, las festividades y el transporte; también aportaron a través de de los años para su desarrollo como sociedad mexicana.
Contextualizaremos esta breve reseña en los últimos años del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX, ya que el crecimiento poblacional en Hércules tiene mayor impacto en la evolución del transporte, principalmente con la llegada del tren en 1882.
Una historia erigida en dos edificaciones
La fábrica del Hércules
Culminaba el siglo XVI cuando daba inicio la erección de un inmueble llamado “El Molino del Colorado” perteneciente a Diego de Tapia. Culminada la construcción del inmueble, sólo transcurrieron unos años para que éste quedara en manos de las monjas Clarisas, usando el edificio para la elaboración de tejidos de lana.
Distintos fueron los propietarios que le adquirieron al molino, desde 1766 hasta 1836, y a la llegada de Cayetano Rubio quien compró el edificio, se mantuvo estático el ir y venir de sus propietarios. Aprovechando y remodelando los espacios, fundó primer la fábrica de textiles en Querétaro a la que llamo: el “El Hércules”.
El nombre proveniente de la mitología griega, surge porque en el escudo de armas de su primer dueño Diego de Tapia se distinguía la imagen de Hércules.
Aunque las condiciones no muy eran favorables, Cayetano Rubio debió ajustarse a las dificultades urbanas para transportar la maquinaria a la fábrica, por lo cual, fue cargada a lomo de bestia desde Tampico hasta Querétaro. A pesar de esto, el 15 de agosto de 1846 comenzó la producción de textiles.
Cayetano Rubio mandó construir un acueducto que venía desde los manantiales del Barreno con la intención de aprovechar el agua suficiente para la rueda hidráulica que daba movimiento a toda la fábrica. El acueducto producía 72 surcos de agua con la capacidad de consumir 691 litros por segundo.
Entre 1854-1855 la casa Rubio se consolidó como una de los principales fabricadores de textiles en el país, debido a la modernidad de su maquinaria y su gran capacidad productiva.
El empresario español se propuso dentro de sus metas, transformar a Querétaro en “una gran ciudad comercial e industrial”, y para llevarlo acabo este deseo, determinó en 1873 acabar de construir y ampliar el camino a Tampico para crear una empresa naviera la cual transportaría pasajeros y mercancía de América a Europa y viceversa. Este anhelo se vio truncado por su muerte el 20 de abril de 1876.
En 1892 se creó una compañía entre los acreedores y los herederos de Cayetano Rubio llamada “Compañía Manufacturera de Hércules y Anexas”. A un año de su creación (el 11 de diciembre), la Compañía adquirió en acuerdo con los herederos las fábricas: El Hércules, La Purísima y San Antonio, mismas, que fueron vendidas por la misma Compañía en 1989.
En 1936 se creó la Compañía Textiles Hércules, S. A. la cual se encargaba de toda actividad de las industrias de Cayetano Rubio. En 1956 la Cía. Industrial de Guadalajara S. A. compró todas las acciones a la Compañía Textiles Hércules.
A pesar ser grandes productoras industriales y representar la tecnología del momento en el país, la historia de las fábricas de Cayetano Rubio también estuvieron envueltas en distintas problemáticas como los litigios por el uso del agua o las huelgas obreras, consecuencia del contexto mundial, nacional y de las necesidades obreras.
Las primeras dificultades surgieron en los años 1875 y 1895, sin embargo, las protestas obreras se agudizaron en el siglo XX a partir de 1906 a 1916. El 2 de enero de 1913 los obreros se declararon en huelga por la actitud intransigente del administrador de la fábrica, cinco días después reanudaron sus labores.
Empero, fue el 21 de noviembre de 1916 cuando los obreros levantaron la voz ante el Congreso exigiendo sus derechos como trabajadores y un trato digno. Tal suceso resuena aún en los ecos del presente por la preocupación y voluntad de aquellos obreros que hicieron valer su condición como ciudadanos queretanos y mexicanos.
La Purísima
Cayetano Rubio aprovecho la zona en la que instaló sus fábricas, por la cercanía entre ellas y la utilización del agua tanto en los textiles como en la energía. Por tal motivo adquirió el edificio conocido como el Molino Blanco o Patehé.
La compra de dicho inmueble fue posible gracias a la buena producción de textiles y las ganancias que obtuvo de la fábrica El Hércules en 1854.
Su actividad se concentraba en el hilado y tenía un gasto aproximado de 328 litros por segundo.
La Purísima y otras propiedades quedaron hipotecadas en 1868 por el adeudo de Cayetano Rubio con el Banco de Londres y de México. En los dos últimos años del siglo XIX, la fábrica era propiedad de la Compañía Manufacturera Mexicana. Para 1940, los señores Escobar, Espinosa y Pesquera; compraron lo que hasta ese momento era la Purísima e instalaron la fábrica de jabón Lourdes. La empresa jabonera perduró hasta 1957 cuando sus dueños decidieron donar las instalaciones para ubicar al Seminario Conciliar que sigue vigente en la actualidad.
Rueda, riel y neumático.
Son distintas las modificaciones que sufre el poblado de Hércules y en general toda la ciudad de Querétaro con la evolución del transporte. Principalmente el paisaje natural, la estructura urbana y el asentamiento humano en alguna extensión territorial.
Reflejo de estas modificaciones se hicieron visibles en la ciudad, a partir de la llegada de las industrias de Cayetano Rubio y a la postrimería, las necesidades de la sociedad exigirían los cambios para su desarrollo.
Para algunos trabajadores del Hércules y la Purísima, les resultaba difícil su situación ya que debían alejarse de sus hogares para ir a trabajar, ante esta situación la familia Rubio edificó viviendas en los alrededores, sin embargo no eran suficientes para todos los trabajadores por lo que el transporte se hizo indispensable; se reconstruyó el camino hacia Hércules y la Cañada.
Ferrocarril
Para 1880 el ferrocarril era sinónimo de desarrollo económico ya que permitía el traslado y comunicación a lugares lejanos y la entrada del hierro al país. En Querétaro se intentó construir vías ferroviarias previas a este año, sin embargo, fracaso el proyecto por falta de recursos.
En mayo del mismo año se llevó a acabo un proyecto para la construcción del primer ferrocarril desde la ciudad de México hasta la frontera con Estados Unidos.
A finales de 1881, las líneas ferroviarias iban desde Tula (Hidalgo) hasta San Juan del Río; para el año siguiente llegaban hasta la Querétaro capital. Había un total de 246 kilómetros de Querétaro a México.
La primer locomotora que cruzo la ciudad fue el 16 de noviembre de 1881, empero, la llegada de esta vía de transporte no fue vista con buenos ojos por toda la sociedad.
Tal es el caso de los agricultores en la cañada que sus tierras se vieron afectadas con la construcción de las vías ferroviarias.
En junio de 1881 detuvieron el proyecto de construcción por las problemáticas, mismas, que fueron solucionadas al indemnizar a los afectados.
Parte del recorrido atravesaba por uno de los 72 arcos del acueducto en el trayecto de la cañada al suroeste. Los ingenieros que dirigieron la construcción de las vías ferroviarias se llamaban: George Foote, Howard Schuyler, George S. Shilton, R. E. Briggs y Edgar York.
La entrada del ferrocarril al país y en específico en Querétaro, provocó cambios en la tecnología respecto al transporte urbano en regiones pequeñas y alejadas. También modifica y mejora los hoteles para los pasajeros que continuamente viajaban de ciudad a ciudad.
Tranvía de mulitas
Dentro del transporte urbano, surgen distintas modificaciones entre ellas la introducción de la vía herrada por las calles para vehículos de tracción animal. La llegada de este transporte beneficio a los pasajeros y al comercio que iban a lugares donde el ferrocarril no tenía acceso, tal es el caso de la fábrica el Hércules y la Purísima que trasladaban a su mano de obra.
Otros beneficios que aventajaba el tranvía de mulitas era la comodidad, cabía un mayor número de pasajeros, las condiciones climatológicas no dificultaban tanto el viaje ya que era un transporte cerrado, a diferencia de las carretas tenia una mayor velocidad, soportaban aproximadamente tres toneladas de carga y recorría distintos puntos de la ciudad como las calles en la zona centro, esto beneficiaron al viajero fuereño que desconocía la traza de la ciudad.
El 18 de octubre de 1881, el doctor Ezequiel mediante el decreto del Poder Legislativo Número 52 presentó la reglamentación de los “Coches de Alquiler”, algunos aforismos consistían en “utilizar animales mansos y acostumbrados al tiro, el carruaje en buena presentación y que presente un color llamativo”.
Son tres solicitudes las que recibe el Ayuntamiento para la explotación de dicho transporte: la primera es de Francisco Urquiza, la segunda del general Antonio Gayón y la tercera del hacendado Bernabé Loyola.
Aunque no se puede determinar a quien eligió el Ayuntamiento, se le atribuye al dueño de la tercera solicitud. El primer tramo construido se utilizó en noviembre de 1882; el cual atravesaba del Jardín Zenea hasta la estación del Ferrocarril Central.
Un año después, el primero de febrero, se celebró un contrato entre el gobernador en turno Francisco G. de Cosío y los señores Antonio Gayón y el ingeniero Ignacio de la Peña y Ramírez, con el motivo de introducir el tranvía de “El Pueblito” a la Cañada.
En 1884 se culminó la construcción que atravesaba por Hércules, lo cual, permitía ligar a las fábricas.
En 1906 concluyó la ruta del tranvía en la zona centro de la ciudad, su servicio duró hasta 1932 cuando le cancelaron oficialmente.
Automóvil.
Al terminar el gobierno de Porfirio Díaz, el ferrocarril se había convertido en el único medio para transportar mercancías de una ciudad a otra, empero, los conflictos bélicos que se habían desatado por Revolución Mexicana le volvían inseguro, comenzaba su decadencia.
En 1903 llegaron a la ciudad de México los primeros automóviles, por lo que algunos gobiernos municipales solicitaban la construcción de carreteras a favor de utilizar transportes terrestres como los automóviles. Tal es el caso del municipio de Amealco que iba desde su cabecera municipal hasta San Juan del Río.
En el estado de Querétaro surge una Ley Sobre Caminos Públicos, en ella se debatió desde 1924 a 1925 la construcción de carreteras; para estos años ya recorrían siete mil 332 vehículos en Querétaro.
Durante el gobierno de Noradino Rubio (1939-1943) se inauguro por el presidente Lázaro Cárdenas la carretera de terracería Querétaro-México. Entre los años 1946-1947 se anunció la creación de un nuevo camino que acortaría 100 kilómetros de Querétaro a la Capital del país, en 1957 se culminó la obra. De los principales promotores se encontraba José María Hernández concesionario de la marca Ford.
A partir de la década de los treinta (principalmente en los años cincuenta) hasta los años sesenta del siglo XX, los distintos gobiernos dedicaron gran parte de los recursos a crear vialidades para transitar en automóvil que conectaran a todos los municipios del estado de Querétaro y distintas zonas del país tal como la carretera a Celaya.
Sociedad.
Después de un largo recorrido histórico que continua día tras día, el poblado de Hércules se mira fijo entre las raíces de sus costumbres y tradiciones caminando a la par con la exigencia de la vida actual.
Fue un 15 de mayo de 1930 cuando reunidos el presidente municipal en turno Carlos A. Terán y los regidores Enríquez, Septién, Juárez y Resendiz, donde éste último, manifestó que el H. Legislatura Local dio su aprobación para el cambio de nombre de Hércules por Cayetano Rubio. A pesar de tener ochenta años el nombre oficial de la Delegación, tanto sus habitantes como en los alrededores, se refieren a ésta como Hércules.
Distintas son las características que se han arraigado en el poblado de Hércules, mismas que le distinguen de las demás sociedades y le reconocen como un sitio lleno de cultura, tradición, de hombres y mujeres que dejan el legado del trabajo con el objetivo que construir un futuro siempre mejor.
En el aspecto arquitectónico se distingue el acueducto de la fábrica “El Hércules”; que recorre a partir de los manantiales de “El Barreno” (en la Cañada). La estructura le daba movimiento a la rueda hidráulica que Cayetano Rubio mandó traer desde Inglaterra.
La parroquia de la Purísima Concepción fundada en el siglo XIX por la esposa del primer hijo de Cayetano Rubio, la señora Isabel Arromedo. Se distingue por la cruz de madera que se encuentra en el atrio (en conmemoración de los misioneros Jesuitas) y la imagen de cantera de la Divina Concepción.
También se ubica la capilla de la Santísima Trinidad, quienes los últimos propietarios en 1963 donaron el centro religioso.
La estación de ferrocarril creada en el siglo XX, construida al estilo inglés, hecha de piedra y madera, rodeada de eucaliptos y magueyales. Nos recuerda la importancia del ferrocarril en Hércules.
Otra característica son las haciendas entre ellas encontramos “el Pozo”, en ésta, habitaban los herederos de don Felipe Olvera en la última década del siglo XVIII. La hacienda “La Purísima”, aproxima las 150 hectáreas su superficie, las cuales, pasaron en 1957 a manos de ejidatarios. Por último encontramos la hacienda “El Rosario” construida en el siglo XIX.
Hércules ha sido testigo de la visita de dos personajes políticos, imprescindibles cuando nos referirnos al proceso histórico de México, se trata de Porfirio Díaz quien lo hizo en dos ocasiones: la primera en diciembre de 1876 y la segunda en febrero de 1877; y Venustiano Carranza en 1916.
La festividad
Dentro de todas las festividades que se llevan a acabo, hay una muy especial que su realización tiene cincuenta años; nos referimos a la coronación de la imagen de la virgen de La Purísima Concepción patrona de Hércules.
La festividad de la coronación surge en 1954 en el cual el papa Pío IX lo declaro el año mariano en conmemoración a “los cien años de la proclamación dogmática del misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María”.
En Hércules se creó un comité para realizar el evento de la coronación, encabezado por el presbítero Domingo Solís, como Secretario José Cruz Trejo y J. Jesús Gutiérrez como tesorero. Acordaron que sería el 5 de diciembre 1954 para festejar la coronación, el Obispo al terminar la noche del cuatro de diciembre y en la madrugada del día 5 le corono.
Otra festividad son “Las Jamicas” (ahora llamadas “kermes”), iniciada por la señora Isabel Argomeda de Rubio con el motivo de juntar recursos para llevar a acabo la fiesta de la coronación.