Meza Azteca 8 de Diciembre Hércules Querétaro

FIESTA DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN EN HÉRCULES QUERÉTARO.
Sus antecedentes de población son anteriores al valle donde se fundó Querétaro en 1531 y sus fiestas y tradiciones cobraron fama de boca en boca, como la “Fiesta Grande” para la Inmaculada Concepción.
Para el turista que desea conocer el lugar le es suficiente saber que debe llegar a donde comienzan los arcos del acueducto, símbolo que identifica a Querétaro. Ahí encontrará también el “casco” de la fábrica de hilados y tejidos “El Hércules”, donde nació y floreció una de las primeras industrias del bajío mexicano junto con las reivindicaciones laborales que fueron incorporadas al artículo 123 constitucional en febrero de 1917.
LOS ORÍGENES DE LA FIESTA GRANDE
A partir del 29 de noviembre y hasta el 8 de diciembre, Día de la Purísima Concepción, la gente se olvida de cualquier otro pasaje de su historia para venerar la imagen que resguardan las paredes de su templo. Es una fiesta que nació en el año de 1875 promovida por los frailes españoles, quienes aprovecharon la celebración que hacían los indígenas purépechas, pames y jonaces, sometidos en aquel entonces al imperio azteca, en honor de la diosa madre, Tonantzin.
Algunos aseguran que 1875 fue el mismo año en que inició sus viajes el tranvía de mulitas que llevaba hasta el centro de la capital queretana, razón por la cual, la Fiesta Grande se hizo más grande, aunque los años anteriores hubiera sido “chiquita”. Por eso la celebración incluye danzas prehispánicas, bailes de concheros, procesiones con ceras, repiques de campanas y estallidos de cohetes.
LOS LUGAREÑOS COMPARTEN EL PAN Y LA SAL CON LOS TURISTAS
Es una fiesta en la que los visitantes gastan muy poco, muchos de los habitantes siguen preparando grandes cantidades de ponche, canela y café para compartir con todos los asistentes y en medio de los puestos de enchiladas queretanas, mole, carnitas y barbacoa puede uno encontrar a quien acude con los mismos manjares para repartirlos gratis como una forma de dar gracias por los favores recibidos.
A ello se sumó este año una muestra de comida hñähñu, con platillos que ahora se consideran exóticos pero que nos hablan del alto contenido nutritivo de la alimentación prehispánica: hongos en mole blanco, mole de xoconostle, flores de sabila, quelites en pipián, tortitas de cilantro, garbanzos en amarillo, mixotes, charales con papas y nopales, atole de cacao, huauzontle en mole, pulque de guayaba o tuna y nieves de huamishe, garambullo, guayaba o zarzamora con queso. Un verdadero banquete.
Los adornos en las calles, hechos principalmente con carrizo, ocultan las fachadas de las casas, recién pintadas para continuar la fiesta con la Guadalupana, las posadas y la navidad. La particularidad de la fiesta es que cada noche anterior al 8 de diciembre se “corre gallo” por todas las calles del pueblo, entonando cantos acompañados por bandas de viento y se llega hasta la Parroquia de la Purísima Concepción y la Capilla de la Santísima Trinidad donde ahora se resguarda la imagen que hace más de cien años hiciera traer el dueño de la fábrica desde España.
Sin guía ni recorrido, desde 1875 la gente llega al pueblo de Hércules a venerar uno de los grandes misterios de la religión católica: La Purísima Concepción.
Fuente: http://magazinemx.com/bj/articulos/articulos.php?art=13054